
Dolida estás, Mi alma,
precipitando en el vacío
distantes se han marchado
tus ilusiones de amor.
Vagas en tu silencio
y las brumas del otoño
ofuscan tu mirada.
Todo va a estar bien...
Un día, Mi alma,
ya lágrimas no habrán
que estropeen tu lindura.
Se aprende a vivir... sin amor.
¡Silencio!
¡Bendito silencio!
¡Cuánto daño has hecho!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario